miércoles, 10 de diciembre de 2008

Ya me voy a la barranca a sembrar surcos de arroz...

El arroz (Oryza sativa) es uno de los cereales más importantes para la humanidad, ya que alimenta a dos terceras partes de la población mundial. Se cultiva en Asia desde hace más de 7,000 años, a México llegó con la conquista, mientras que en España se conocía gracias a los árabes del reino de Al-Andalus. Los estados productores de arroz en México son trece, entre los que destacan Campeche, Morelos, Veracruz y Sinaloa. El subsector arrocero de la economía agrícola nacional no es nada despreciable, ya que emplea más de 3,600,000 jornales por ciclo y beneficia a más de 15 mil productores que procesan sus cosechas en 36 molinos (de los 70 que existían hace diez años).
Sin embargo, la historia reciente del sector arrocero mexicano es un lamentable ejemplo de cómo las políticas implementadas en nuestro país van en detrimento de la población, para favorecer a los intereses comerciales y estratégicos de potencias extranjeras. Así, desde la apertura comercial iniciada por el gobierno neoliberal de Miguel de la Madrid en los ochentas, México comenzó a perder su autosuficiencia arrocera; ya para el año 1994 cuando entró en vigor el TLC con América del Norte, gracias a la política entreguista de Carlos Salinas, México se perfiló como el principal importador de arroz de los EE.UU.
Según datos proporcionados por Rafael Galindo Jaime, secretario general de la Central Campesina Independiente (CCI), en 1994 la producción nacional de arroz fue de 373.6 mil toneladas y se importaron 431.8 mil toneladas, en tanto que para 2006, después de la administración de Ernesto Zedillo y del sexenio de la "alternancia" a cargo del ranchero Vicente Fox, la producción nacional fue de 290 mil toneladas y la importación se ubicó en las 769.1 mil toneladas.
A esta enorme dependenica alimentria, hay que sumar también los atentados en contra de la salud pública generados por la "contaminación transgénica" del arroz importado. En agosto del 2006 el gobierno estadounidense reconoció que el arroz comercial puesto a la venta por dicho país se había contaminado con el transgénico experimental LL601 de la compañía Bayer, no aprobado para consumo humano. El anuncio provocó la cancelación inmediata de las importaciones de ese grano en Japón y el rechazo de los 25 países de la Unión Europea, aunque en México las autoridades se niegan a informar sobre las pruebas realizadas por las Secretarías de Salud y Agricultura al arroz que a diario comemos y que se sigue importando indiscriminadamente desde los EE.UU.
Pero ya sabemos que los "tomadores de decisiones" en nuestro país, justifican el desmantelamiento productivo del campo como un efecto inherente a la "modernización del país". Actualmente a pesar de los incrementos de hasta el 70% en el precio al consumidor, este grano sigue siendo uno de los productos indispensables de la dieta nacional, incluido en la canasta básica. No obstante, los tecnócratas siguen invocando la "competitividad" como único criterio para valorar la importancia de los sectores económicos del campo, sin tomar en cuenta la trascendencia de este cultivo para nuestra soberanía alimentaria. Para ejemplificar la lucha desigual a la que quieren enfrentarnos, cabe señalar que en el caso del arroz los subsidios del gobierno mexicano alcanzan a cubrir solamente el 30% del costo de producción (eso para el caso de los afortunados empresarios que reciben los dineros de programas clientelares), a comparación del 77% del susbidio que otorgan (en promedio) los demás paises desarrollados miembros de la OCDE.
Lo cierto pues, es que el caso aquí relatado es una muestra más de los numerosos despojos que han dejado como saldo las acciones de esta "guerra silenciosa" emprendida por el Departamento de Estado de los EE.UU. en contra de los campesinos de México. ¿Hasta cuándo?...


jueves, 4 de diciembre de 2008

“Hoy ante tu cruz postrado, ¡oh, Malverde!, mi señor, te pido misericordia y que alivies mi dolor”

Con estas palabras elevan sus plegarias quienes desamparados buscan la protección de este santo mexicano, no reconocido por la iglesia, aunque ampliamente socorrido por miles de fieles. Pero ¿quién fue este personaje de la historia nacional, al que sus adeptos le atribuyen tantos milagros? Bueno pues Jesús Juárez Mazo fue en vida un bandido generoso, cuya rebeldía surgió como respuesta al despotismo de los ricos hacendados sinaloenses a finales del siglo XIX y principios del XX .
Una excelente reseña del origen al culto que ha despertado este popular personaje culiche, la podemos encontrar en un artículo de la periodista Judith Valenzuela (Revista Contralínea Sinaloa. Junio de 2007 Año 3 / No. 25), cuyo texto cito a continuación, con algunas modificaciones por razones de espacio: "Malverde comenzó asaltando por los caminos del valle de Culiacán. Entre las matas se emboscaba para sorprender a los ricachones, saliendo intempestivamente con ramas verdes cubriéndolo y con pistolas en las manos. Fue por eso que lo apodaron Malverde. Pronto fue conocido por el pueblo, ya que acostumbraba repartir su botín con los pobres de la región, y su fama de hábil ladrón fue ampliamente comentada. Más un día, Malverde se sintió gravemente enfermo y se refugió en una cueva, en donde lo encontraron los esbirros del general Cañedo, gobernador del estado, y lo ahorcaron, en las ramas de un gran mezquite a orillas del antiguo camino a Navolato, un 3 de mayo de 1909.
"El cuerpo de Malverde estuvo colgado por varios días con un aviso de cárcel a quien se atreviera a enterrarlo. Aun así, una mañana, un arriero que buscaba a sus mulas extraviadas acertó a pasar por el árbol, y al ver el cuerpo colgado del bandido se acordó de lo bueno que había sido con los pobres y le pidió ayuda para encontrar las mulas y a cambio él lo sepultaría. En ese momento los animales emergieron de la espesura y se dirigieron directamente al cuerpo de Malverde. El arriero bajó el cuerpo y lo sepultó, poniendo un montículo de piedras alrededor y arriba del cuerpo formando una tumba (no lo enterró obedeciendo la prohibición). El hombre comentó el hecho y la gente comenzó a visitar la tumba, llevando piedras para colaborar con las sepultura. El relato de sus milagros pronto se esparció y llegó a los oídos del gobernador Cañedo quien mandó sacar los restos del bandido, y una mañana, la tumba amaneció abierta y vacía. Pero el pueblo siguió llevando ofrendas al lugar".
Sin embargo, en este México tan lastimado, cuyas heridas son ejemplificadas como signos de "modernidad" por los grandes consorcios que manejan los medios masivos de comunicación, poco se sabe del mítico bandolero, hoy santo. A base de incesantes bombardeos para lavarnos el cerebro, han forjado una cultura mentirosa donde las historias de dolor y agonía se transforman en lastimeras campañas comerciales, basta decir que hasta una marca de cervezas han lanzado insignes empresarios sinaloenses con la marca de Malverde...
¡Caray!, la esperanza está exiliada de la vida real y la cotidianidad del pueblo está ensordecida por las ráfagas del acá o por el sonoro rugir del cañón (de la nueve milímetros). Nada más para dar cuenta de la tragedia que vivimos, según la prensa escrita, en lo que va del 2008 se han asesinado a más de cinco mil personas en México, en crímenes relacionados al negocio ilícito del tráfico de drogas.
Pero ¿quiénes eran estas personas que fueron ultimadas sin miscericordia? Los diarios dicen que "sicarios al servicio de los cárteles de la droga", quizás, aunque lo que conmueve es que igual eran hijos de esta Patria que con su sangre regaron sus campiñas, para que el poderoso estampara su pie. Peor aún, muchos eran jornaleros, trabajadores agrícolas emigrados del paupérrimo sur, para trabajar en los grandes ranchos de exitosos empresarios que siembran hortalizas u otras yierbas, allá en el norte.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Poema para los compas de la CIW que acaban de anotar otro golazo en contra de las transnacionales de la "fast food"



El día de ayer la gigantesca cadena de comida rápida Subway (la tercera más grande de EE.UU.) se vió obligada a aceptar las demandas de la Coalición de Trabajadores de Immokalee (CIW, por sus siglas en inglés), después de meses de intensas movilizaciones para mejorar las condiciones de trabajo y salarios de los campesinos que cultivan y cosechan jitomate en los campos de Florida. Para ellos, los compas de la CIW y para todos los paisanos que trabajan el surco allende las fronteras, va el siguiente poema del granadino Luis Rosales, que puede encontrarse en su Libro "Rimas" (Ed. Doncel/Libro Jóven de Bolsillo, 1971, Madrid, España):

Creciendo hacia la tierra

A José Coronel Urtecho

CUANDO LLEGUE LA NOCHE Y SEA LA SOMBRA UN
BÁCULO,
cuando la noche llegue, quizás el mar se habrá
dormido,
quizás toda su fuerza no le podrá servir para mover
sólo un grano de arena
para cambiar de rostro una sonrisa,
y quizás entre sus olas podrá nacer un niño
cuando llegue la noche;
cuando la noche llegue y la verdad sea una palabra
igual a otra,
cuando todos los muertos cogidos de la mano
formen una cadena alrededor del mundo,
quizás los hombres ciegos comenzarán a caminar
como caminan las raíces en la tierra sonámbula;
caminarán llevando alegre el corazón igual que
un árbol de coral,
y cuando al fin se encuentren se tocarán los rostros
y los cuerpos en lugar de llamarse por sus
nombres,
y sentirán una fe manual repartiendo entre todos
su savia,
y quizás irán creciendo los vivos y los muertos,
unos dentro de otros, hasta formar un bosque
silencioso,
un bosque de raíces que formarán un árbol único
cuando llegue la noche.

martes, 2 de diciembre de 2008

Políticas públicas y disponibilidad de alimentos en México

Para analizar la incidencia de las políticas públicas en la disponibilidad de alimentos, es imprescindible tomar en cuenta la apertura comercial llevada a cabo por México en los últimos 15 años, que ha expandido de manera importante sus exportaciones e importaciones agroalimentarias. Entre 1996 y 2006 las importaciones han crecido un 7.9% y las exportaciones un 9.1% anuales, en dólares nominales. Para el mismo periodo la oferta cubierta por importaciones de oleaginosas subió de 74% a 84%, en los cereales el aumento fue de 22% a 40%, en carne fue de 18% a 27% y en la leche fue de 15% a 24%.

Sin embargo, a partir de los diversos factores que se combinaron en el último año para producir un marcado aumento del precio de los alimentos, sumado a la volatilidad de los precios de hidrocarburos, desde principios de 2006, y sobre todo desde 2007, el aumento de los índices de precios al consumidor de los alimentos se ha acelerado con un ritmo anual cercano al 16% en promedio.

Esta situación ha tenido un claro impacto distributivo regresivo, ya que el aumento de los precios de los alimentos castiga especialmente a quienes destinan una mayor proporción de su ingreso a adquirirlos, es decir, a los más pobres. Ante esta situación, el gobierno mexicano ha adoptado básicamente dos medidas emergentes:
  • comprar masivamente alimentos en el mercado internacional
  • fomentar la producción de alimentos, sobre todo granos, mediante subsidios para adquirir fertilizantes y otros insumos

Aunado a lo anterior la política agropecuaria mexicana mantiene también sus principales instrumentos de impulso al desarrollo rural:

  • esquemas de transferencias directas al ingreso de los productores
  • programas de fomento productivo, orientados a promover el desarrollo de las actividades agropecuarias, pesca y acuicultura
  • esquemas de intervención en el mercado doméstico

No obstante, la eliminación de las últimas barreras comerciales en el marco del TLCAN el primero de enero de 2008, significa para el Estado un enorme desafío para garantizar el abasto de productos sensibles en la dieta nacional, como el maíz, frijol, leche en polvo y piezas de pollo.

Por último, cabe señalar que la iniciativa de utilizar productos agropecuarios para la generación de agro-combustibles, significa una gran amenaza para la disponibilidad de alimentos, en la medida en que la tierra, el agua y los otros recursos productivos dejaran de utilizarse para la producción de alimentos y serán ocupados para la producción de combustibles.


lunes, 1 de diciembre de 2008

Desarrollo rural en México ¿un debate en blanco y negro?

En México, existe un consenso nacional en casi todos los sectores de la sociedad (excluyendo a los políticos, desde luego) en torno a la notoria ausencia de una política integral de largo plazo para el desarrollo rural, ya que si bien se cuenta con la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, lo cierto es que el ejercicio público no ha logrado superar los esquemas sectoriales/agropecuarios y las coyunturas político/electorales. Es evidente pues que la política asistencial ocupa el mayor gasto público, además la falta de coherencia y convergencia, así como la opacidad de las acciones de gobierno muestran la carencia de una política de Estado para impulsar el desarrollo rural sustentable.

En este escenario, preocupa la gran problemática que atraviesa el agro en México, cuyo pesimista diagnóstico es aceptado por casi todos los sectores de la sociedad (incluidos, ahora sí, los políticos). Dicha situación tendría que ser más difundida debido a las implicaciones que conlleva para la sociedad en su conjunto, por ello, a continuación se presentan algunas consideraciones que dan una idea de la magnitud del problema:

· En las zonas rurales existe una polarización social y económica extrema, 61% de la población que se encuentra en condiciones de pobreza extrema vive en el medio rural
· Asociada a la pobreza está la marginación de la mayoría de las comunidades rurales, al grado de que 53% de los municipios del país tienen un grado de marginación alto o muy alto
· El producto interno bruto (PIB) por habitante de las áreas rurales es 50% menor al promedio nacional
· Las actividades productivas en las comunidades rurales aportan sólo 2% del PIB nacional
· Las actividades que actualmente apuntala la economía rural son las remesas, transferencias directas, comercio, manufacturas, construcción, turismo y los servicios, hoy en día 50% del ingreso familiar rural proviene de actividades distintas a la agricultura y la ganadería, lo que no necesariamente ha servido para aliviar la pobreza
· El 75% de la remesas internacionales tienen como destino el medio rural, estas transferencias llegan a representar hasta el 11% del ingreso neto de los hogares campesinos
· Dichas remesas familiares tienen un importante efecto en la superación de la pobreza extrema, pero tienen efectos limitados para el desarrollo económico de las zonas marginadas, ya que si bien la migración es una de las salidas que han encontrado los jóvenes de las zonas rurales para mejorar sus condiciones de vida, las condiciones que se viven en las comunidades expulsoras de mano de obra son comparables con las regiones donde han sucedido conflictos bélicos
· La degradación de los recursos naturales, producto de un desordenado crecimiento urbano y de una práctica generalizada de desmonte para la producción agropecuaria resulta alarmante
· La ganadería pastoril ocupa alrededor de 110 millones de hectáreas, o sea 55% de la superficie total de la República Mexicana, pero sólo crece a un ritmo del 2% anual
· El 68% del suelo con potencial productivo presenta algún grado de degradación (química, eólica, hídrica ó física), mientras que los mantos acuíferos muestran sobreexplotación o intrusión salina
· La superficie cultivable corresponde sólo al 11% del territorio nacional, es decir 198 millones de hectáreas, además, para la producción de alimentos el 75% del área cosechada es de temporal, sumamente limitada, difícil de programar y sujeta a variaciones climáticas extremas
Aunado a lo anterior, la lógica econométrica que ha prevalecido en la definición y aplicación de las políticas públicas de las últimas décadas, desdeña el potencial de las áreas rurales para el desarrollo nacional. Sin embargo, por el bien de todos es necesario que desde los espacios de poder, empiece a valorarse el potencial de las áreas rurales, máxime cuando vivimos un momento donde los principales motores de la economía nacional –el petróleo y las remesas- se encuentran cada vez más limitados, en el primer caso por la volatilidad en los precios del energético y en el segundo caso por el contexto adverso que enfrentan los emigrantes en el vecino país del norte.

Para superar los condicionamientos que nos subyugan como un “Estado fallido”, se requiere enfrentar el enorme rezago institucional que persiste en el campo mexicano, generando condiciones que permitan poner en marcha acciones más integrales para el desarrollo rural, basadas en esquemas territoriales y en criterios que aseguren la sustentabilidad de los procesos impulsados por las políticas públicas, en un marco incluyente y de respeto a la cultura de los pueblos originarios.

Afortunadamente, la visión de una nueva ruralidad empieza a permear en la sociedad, lo cual hace pensar que el destino de las áreas rurales no tiene que estar condenado al fracaso. Por el contrario, cada vez más ciudadanos valoran la importancia cultural, histórica, productiva y ecológica de dichas áreas. Para dar una idea de la relevancia del medio rural para el futuro del país, se presentan a continuación los siguientes "datos duros":

· Los espacios rurales de México representan el 83% del territorio nacional
· La población rural representa el 38% de la población total, 24% habita en localidades rurales dispersas y 14% en localidades rurales semi-urbanas
· Para el año 2030, se estima que la población rural en áreas dispersas pasará a 27 millones, mientras la población en áreas rurales semi-urbanas será de 17 millones, para representar conjuntamente el 34.2% de la población total
· Los pueblos indígenas se encuentran en posesión de alrededor de 24 millones de hectáreas, que representa el 12.4% del territorio nacional
· Ocho de cada diez personas de habla indígena habitan en áreas rurales, de éstas seis de cada diez habitan en localidades rurales dispersas y dos de cada diez lo hacen en localidades semiurbanas
· El 28% del territorio nacional tiene algún tipo de cubierta forestal, de esta superficie que en su inmensa mayoría es propiedad social (ejidos y comunidades), alrededor de 7 millones de hectáreas forestales cuentan con un plan de manejo
· México ocupa el cuarto lugar mundial en términos de diversidad biológica, lo cual tiene mayor relevancia considerando que muchas especies son endémicas de nuestro país, amén de las contribuciones para la agricultura mundial, ya que México es centro de origen y dispersión de importantes especies como es el caso del maíz (Zea mays)

En este sentido, es imprescindible que como sociedad reconozcamos el enorme valor que se encuentra acumulado en el conocimiento campesino, el cual ha permitido generar estrategias de uso múltiple de los recursos naturales, que nos proveen de manera sustentable de alimentos y medicinas, entre otros muchos bienes y servicios. Por último, cabe señalar que la participación de la sociedad rural en la definición y orientación de los programas de gobierno será fundamental para lograr el reconocimiento del Estado mexicano a los campesinos, pueblos indígenas y productores rurales como sujetos de su propio desarrollo y no como objetos de programas clientelares que utilizan con fines electoreros los recursos públicos.